FUENTE : espacionegocios
La computadora ubicada en la oficina del trabajo se puede controlar desde casa sin mucha dificultad gracias a la existencia de una serie de programas que permiten hacer un uso remoto de ella. Y es más: este control teledirigido se puede hacer no solo desde un equipo de escritorio o notebook sino también desde una tableta o un smartphone.
Estos programas permiten el acceso completo con diferencias: mientras que algunos tienen un foco profesional pensado para quienes administran sistemas, otros están pensados al uso cotidiano de oficina.
Hay dos maneras de controlar remotamente un equipo: una es el acceso remoto dentro de una red local (LAN) y el otro es directamente a través de internet. En el primer caso, la distancia de control estará delimitada por el tamaño de la red, mientras que la segunda se puede hacer desde cualquier lugar con conectividad.
¿Para qué sirve? Más allá de la administración de sistemas, al resto de los usuarios les es útil para acceder a los archivos que tienen almacenados en sus computadoras laborales y a los que, salvo que usen la nube para todo, no tienen acceso desde sus casas.
Los mejores programas para acceder de forma remota
Supremo
Este software es fácil de usar y no requiere ser instalado en la PC. Además, es totalmente gratuito.
A la hora de configurarlo no hará falta tocar el router o el firewall porque usa la tecnología NAT (de Traducción de direcciones de res, en ingles; es un mecanismo utilizado por routers IP para intercambiar paquetes entre dos redes que asignan mutuamente direcciones incompatibles) para conectar múltiples usuarios a la misma PC con un cifrado de seguridad AES-256.
Esta aplicación es multiplataforma y permite ser usada en Windows, Android y iOS. En el futuro planean agregar soporte para macOS.
TeamViewer
Se trata de una de los programas más conocidos para controlar la PC de forma remota. Para uso personal es gratis y ofrece soporte y compatibilidad completa Windows y macOS, así como instalarla en ultrabooks que corran con Chrome OS. También se puede instalar sin inconvenientes en teléfonos inteligentes y tabletas con Android o iOS.
TeamViewer establece una conexión segura a través de una cuenta de usuario y una contraseña que se genera de forma única. Así, se puede establecer y cancelar la conexión desde el cliente -la computadora controlada- en cualquier momento. Y aquel equipo que controla, sea PC, tableta o télefono, tendrá acceso total como si uno estuviera trabajando en el equipo controlado.
El sistema operativo de Microsoft viene con una herramienta de control remoto incluida. Se llama Escritorio remoto de Windows y configurarlo no es difícil.
Primero, hay que activar la función dentro de la opción Configuración de Windows 10. Para hacerlo hay que usar el cuadro de búsqueda de la barra de tareas. Segundo, una vez habilitado, se generará un nombre de acceso remoto para el sistema y empezará a estar visible para otros dispositivos.
Este sistema es compatible con Windows, macOS, Android y iPhone. Tanto desde Google Play Store como desde App Store se puede descargar el cliente para Android y iPhone, y allí tendremos una guía precisa para configurar la conexión. Y una vez establecida la conexión entre el servidor y el cliente, el usuario será capaz de controlar la computadora personal a la distancia.
Para activar el ESCRITORIO REMOTO DE WINDOWS, seguir el siguiente comando
Google Chrome, el navegador, permite también operar la PC por control remoto a través de una aplicación (no es una extensión). Una vez instalada, facilita la conexión desde la app Mobiles a través de la cuenta de Google del usuario.
Una vez la PC esté es configurada, lo único que hay que hacer es abrir la app en el dispositivo móvil para ver a la computadora del trabajo lista para ser controlada de forma remota.
Si bien viene con el navegador, la aplicación permite el uso en remoto de todo el equipo. La configuración es sencilla, lo que lo hace una de las mejores opciones para el control a distancia. Como seguridad adicional, obliga al usuario a configurar un código PIN de seis dígitos para garantizar las conexiones más allá de la propia cuenta de Google.